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El alza de los precios al consumidor fue de 0,24% el mes pasado, cuando también se crearon casi 36.000 empleos. El Banco Central igual prevé rebajar tasas de interés
Tras la primera deflación desde 2006 en Brasil que fue de 0,23% en junio, en julio de 2017 hubo una inflación de 0,24% respecto del mes anterior, y de 2,71% interanual, la tasa más baja desde 1999, informó el Instituto oficial Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El alza de los precios al consumidor en julio fue por tarifas más altas en electricidad y por el aumento en los impuestos a los combustibles tras la deflación en junio. Los precios medidos por el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) subieron 0,24% en julio, tras la caída de 0,23% en el mes previo, precisó el IBGE.
Las cifras fueron levemente superiores a la tasa mensual de 0,19% y a la anual de 2,66% calculadas por economistas consultados por Reuters.
La escasez de lluvias redujo los niveles en las represas el mes pasado y llevó al regulador a subir las tarifas de la electricidad, lo que sumó 0,2 puntos porcentuales a la inflación mensual, además del alza en un impuesto a los combustibles que impactó al índice.
La inflación se frenó con fuerza desde comienzos de 2016, cuando llegaba a los dos dígitos, y la tendencia se mantuvo en julio, con una baja en los precios de los alimentos por tercer mes seguido.
La meta oficial para la inflación de 2017 es de 4,5%, con un margen de 1,5 puntos porcentuales, más o menos.
En tanto, el Ministerio del Trabajo apuntó que en julio se sumaron 35.900 empleos frente a 9821 de junio, lo que representó el cuarto mes seguido de creación de puestos, con unos 100.000 nuevos empleos en lo que va de 2017.
Aun así, la profunda recesión de 2015-2016 le costó a Brasil cerca de tres millones de puestos de trabajo. El mercado laboral se recuperó algo más rápido de lo esperado, evaluó el presidente del Banco Central, Ilan Goldfajn, pero consideró que eso no debería impedir que la entidad bancaria rebaje las tasas de interés en los próximos meses.
«Cuando uno mira el panorama general, es una recuperación gradual», dijo Goldfajn, y añadió que la perspectiva para la política monetaria sigue sin cambios, incluso a pesar de una inflación mayor de lo previsto en julio.
Días atrás, el banco indicó que es muy probable que rebaje en septiembre su tasa referencial Selic en 100 puntos básicos adicionales, hasta el 8,25%. Los economistas esperan una reducción hasta el 7,5% para fin de año, según una encuesta del organismo.
Fuente: Cronista
