El gobierno del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, ha estado en el foco de las críticas en los últimos tiempos respecto a su posición sobre la crisis venezolana. Marcando una clara diferencia con el mandatario, en los últimos días tres altos funcionarios del Frente Amplio reconocieron que en Venezuela rige «una dictadura». Entre ellos, nada menos que el ex jefe de Estado José «Pepe» Mujica.
«Es una dictadura, sí. Y en la situación que está no hay otra cosa que dictadura (…) Pero dictadura hay en Arabia Saudita, con un rey absoluto. Dictadura hay en Malasia, matan 25 tipos por día. Y la República Popular China, ¿qué me dicen?», expresó el ex presidente a la salida de un encuentro con militantes del Movimiento de Participación Popular (MPP), en declaraciones a Radio Universal.
Este domingo, en tanto, quien se pronunció de esa manera fue Daniel Martínez, candidato oficialista para las elecciones del próximo 27 de octubre, quien hasta hoy cada vez que era consultado sobre el tema evitaba definir de esa manera al régimen de Nicolás Maduro. «Para la izquierda el tema de los derechos humanos debe ser siempre un imperativo ético», subrayó el aspirante a la presidencia en su cuenta de Twitter.
Y agregó: «El informe Bachelet es lapidario respecto a Venezuela y se trata de una dictadura. Hay que seguir trabajando en una salida negociada y que el centro sean los venezolanos».
Martínez se suma así a los dichos del pasado viernes del actual ministro de Economía del país, Danilo Astori. Durante una entrevista en el programa Fácil Desviarse, emitido por Del Sol FM, el funcionario fue consultado sobre la polémica postura del gobierno de Vázquez, quien se resiste a considerar al gobierno de Maduro como una dictadura.
«A mí no me cuesta nada: lo de Venezuela es una dictadura, y es una dictadura tremenda, con impactos humanitarios muy graves», respondió, sin tapujos.
«Así como digo esto digo también que valoro enormemente los esfuerzos que ha hecho nuestro gobierno por evitar lo peor, porque hay cosas peores que esta, y las peores son el baño de sangre, en primer lugar», añadió el titular de Economía, quien sostuvo que no busca un conflicto «ni para Venezuela ni para ningún país en el mundo».
«No quiero que a Venezuela llegue el uso de la fuerza con las consecuencias tremendas que eso podría tener. Por eso es que valoro el sacrificio que significa el hacer un esfuerzo tan grande por resolverlo por vías pacíficas», indicó.
Tamara Suju, directora ejecutiva del observatorio de derechos humanos del Centro de Estudios para América Latina (CASLA), con sede en Praga, se pronunció sobre los dichos de Martínez, también en su cuenta de Twitter.
«Parece que hay reacción a chorro de frenteamplistas después de años de ser cómplices de la tiranía y no denunciar crímenes de lesa humanidad en Venezuela», sostuvo la defensor por los derechos humanos.
Días atrás, el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, había generado polémica al referirse a la crisis venezolana. «No cambia nada. Si nosotros decimos que Venezuela es una dictadura, ¿qué cambia para los venezolanos? No cambia absolutamente nada (…) La visión que se tiene de un país no incide en la realidad de ese país», expresó el diplomático luego de su participación en la cumbre del Mercosur en la ciudad argentina de Santa Fe.
En esa cumbre volvieron a quedar marcadas las diferencias ideológicas entre los miembros del bloque ante la alarmante situación que viven los venezolanos. Argentina, Brasil y Paraguay pretendían firmar un fuerte comunicado contra el régimen de Nicolás Maduro. El texto calificaba, por ejemplo, al líder chavista como «dictador». Sin embargo, Uruguay y Bolivia se opusieron. A tal punto que Montevideo amenazaba con romper el bloque regional.
Fuente: infobae.com