La movilización central fue del Congreso a Plaza de Mayo. La legisladora porteña de la Izquierda Socialista, Laura Marrone, dijo a Cadena 3 que «hay una víctima de gatillo fácil cada 25 horas».
Familiares de víctimas de gatillo fácil realizaron este lunes la tercera marcha nacional contra la violencia institucional y pidieron por la aparición con vida
de Santiago Maldonado, de quien no se conoce el paradero desde el pasado 1 de agosto.
El reclamo fue organizado a nivel nacional por la Multisectorial, una entidad que agrupa a movimientos sociales, sindicales y políticas.
La legisladora porteña de la Izquierda Socialista, Laura Marrone, señaló a Cadena 3 que «hay una víctima de gatillo fácil cada 25 horas».
Los manifestantes marcharon bajo el lema «Ni un pibe, ni una piba menos. Ni una bala más» desde las 17 desde el Congreso Nacional con dirección a la Plaza de Mayo, donde realizaron el acto de cierre.
Entre los reclamos se mezcló el pedido por la aparición con vida de Santiago Maldonado, quien fue visto por última vez cuando participaba de un corte de ruta desalojado por la Gendarmería Nacional en Chubut.
El final de la jornada estuvo a cargo de Emilia Vasallo, mamá de Pablo «Paly» Alcorta, un joven asesinado el 18 de mayo de 2013 por un policía de la Bonaerense, quien leyó un comunicado elaborado por las organizaciones presentes.
También se realizaron protestas similares en distintos puntos de las provincias de Tucumán y Córdoba, así como también en las ciudades de Rosario y Mar del Plata.
En la capital cordobesa la movilización generó algunos incidentes con la Policía, luego de que los manifestantes prendieran fuego contenedores de basura y rompieran los vidrios de algunos locales ubicados sobre la avenida Colón.
«Desde la vuelta de la democracia hasta hoy, pasando por gobiernos de distinto color político, hay registrados más de 5.000 casos de gatillo fácil, torturas en cárceles y comisarías, seguidas de muerte y desapariciones», destacó en un comunicado el Partido Obrero, que participó de la marcha.
Los referentes de la izquierda señalaron además que «el aparato represivo mata un pibe cada 25 horas. Los jóvenes de los barrios más humildes son los que más sufren estos atropellos».