El partido de la selección Argentina dejó valoraciones diferentes entre quienes siguieron el partido y según desde qué lugar lo vieron.
Este winifredense de 32 años, Carlos Friederich, contó su experiencia a ActualidadyActores, ya que les regaló a sus hijos mellizos, Thiago y Mateo de 9 años, el viaje para disfrutar del evento en vivo.
“El resultado poco importaba, más allá de que queríamos que Argentina gane”, destacó.
“Lo primero que impacta al llegar a Buenos Aires es la magnitud de todas las cosas, todo es Macro. Al llegar al Monumental nos dimos cuenta de lo bien puesto que tiene el nombre, majestuoso, gigante. Sabemos que acá viven millones de personas, pero ver 60.000 personas en un mismo lugar, todos cantando por una misma pasión es una experiencia que no me voy a olvidar jamás, sobre todo haberles regalado a mis hijos su primera visita al estadio del Club del cual son fanáticos (River Plate), y conocer a Lionel Messi, verlo hacer magia con esa zurda. El resultado poco importaba, mas allá de que queríamos que Argentina gane. El partido, vibrante, con una Selección Argentina muy superior a Venezuela que se metió los 90 minutos en su campo intentando contras, es muy difícil entrarles a 11 atletas bien organizados, que vinieron a hacer tiempo y a opacar la fiesta de Argentina. Muchas situaciones claras generó en el primer tiempo la albiceleste pero no pudo concretar. El Segundo Tiempo tras un error en el mediocampo Argentino llego el gol Venezolano, en la única que tuvieron en todo el partido. Rápido llego el empate por una jugada rápida de Acuña que mando un buen centro que interceptó un defensor Amarillo y la metió en contra de su arco, el grito de GOL fue una de las cosas más lindas que escuché en mi vida!. Después Argentina intentó pero Venezuela estaba muy cerrado, el 80% del tiempo tuvimos la pelota y por ahí la gente criticaba la falta de gol, yo creo que si le metíamos uno antes que ellos, le metíamos 10. Así es el futbol, con mis hijos vimos a la Selección Argentina, y quedamos enamorados. Y que nadie me venga con esas pavadas de pecho fríos, que allá juegan y acá no. Todas pavadas. Estos jugadores son genios y quieren lo mejor, a veces sale y a veces no. Aguante Argentina”.
Por su parte, el profesor de Educación Física Sergio Bellendir, hizo una evaluación del encuentro menos optimista, “los rimeros 30 minutos fueron aceptables, siempre en el contexto de ‘juego con el último de las eliminatorias’, generó varias situaciones que es difícil explicar cómo no fueron gol, después se fue apagando y, en el segundo tiempo, se rompió el partido y argentina entró en la desesperación de ganar, como sea, se descuidó con errores infantiles, lo pago carísimo, con un gol en su contra y, de allí en adelante, fue un caos como equipo y de milagro se rescató un empate. La reflexión final sería todos jugaron para argentina menos argentina”.